“Bienaventurados los despedazados por la vida por que dejarán pasar la luz.”
-Michel Audiard.
Por qué para tener una transformación a largo plazo es fundamental trabajar en tu salud mental.
“A los treinta y un años y con una vida aparentemente perfecta, Elizabeth Gilbert se traslada con su marido a las afueras de New York y decide intentar tener un hijo, solo para darse cuenta que no quería ni un hijo ni un marido. En plena crisis emocional y espiritual decide empezar de nuevo y emprender un largo viaje”. Elizabeth Gilbert, Comer, Rezar, Amar.
Recuerdo que a finales del 2017 este hermoso libro llego a mi, al leer la contraportada hice clic con el mensaje, ahí estaba yo con 31 año recien cumplidos y el plena crisis emocional, se suponía sería el regalo de cumpleaños para mi madre, realmente en el fondo de mi ser lo compre para mi, y vaya que me ayudó mucho en mi largo camino (una excelente lectura si pasas por alguna crisis, lo recomiendo).
Si bien mi vida en ese momento estaba lejos de ser perfecta este libro me ayudó a comprender lo que me estaba pasando, capitulo tras capitulo encontraba pequeños elementos que me ayudaban a entenderme.
Este libro en particular, me ayudó a reconciliarme con mi espiritualidad y también con mis emociones, una lectura profunda y reparadora.
Cuando inicie mi dieta saludable, nunca imaginé que mis emociones tendrían algo que ver para poder alcanzar mi objetivo, si lo se suena loco, no, siendo psicóloga y sabiendo la importancia que tiene la salud mental para que haya un buen desarrollo en los seres humanos y poder alcanzar esa trascendencia, a mi simplemente no se me ocurrió.
Es hasta que estás inmerso en ese proceso que de pronto, te das cuenta que el cambio es holístico como bien lo comentaba en el post de nutrición, y es que si bien se habla del holismo en muchas áreas, sobre todo las dedicadas a la salud, pocos profesionales están preparados para hacer este tipo de intervenciones.
Para mi la parte holística fue como armar un rompecabezas, tenía muchas piezas por unir y por asimilar, pude encontrar mi camino hacia la transformación a través de mi intuición y de hacer aquello que sentía me haría bien, escuchar mi cuerpo, mis pensamientos y emociones, me ayudó a descubrir los medios para finalmente armar y estructurar mi proceso.
Si bien comencé con la nutrición, pronto me di cuenta que necesitaba ir más allá y comencé con mi proceso terapéutico, al mismo tiempo, mi ser me pedía estar más en contacto con lo divino y con el lado espiritual.
Es por esto que digo que la alimentación es mi bastión, ya que fue mi primer pequeño gran paso, llevándome a tomar acciones encaminadas a mejorar cada día.
Pero y mi salud mental ¿Como recobre este aspecto en mi vida?
Fue un camino donde puede re-encontrarme y re-descubrirme; abril 2021 fue el año y mes donde mi salud emocional y nutricional se cruzaron, si bien ya tenía varios años en terapia fue hasta este año que pude asimilar y trascender el dolor.
Y a partir de ahí, ya no he vuelto a atrás, antes de esta fecha mi vida estaba en un limbo, seguía un tanto perdida y estancada en mis emociones, lo que repercutió en mi estado físico, ya que mi peso se vio estancado, justo como me sentía, no subia pero tampoco bajaba de peso.
Y entonces un dia de abril, algo se quebró en mí, el suceso que precipitó este quiebre fue la aceptación de la IRA que había en mí, debido al fallecimiento de mi padre cuando era una niña, su partida genero tanta ira y enojo por haberme dejado, me sentía tan vulnerable, sin su presencia y esencia, al ser tan pequeña no supe cómo canalizar el cúmulo de emociones por lo que las fui arrastrando hasta la edad adulta, ya en mi adultez comencé a desarrollar las herramientas emocionales para poder gestionar mis vivencias de una manera asertiva.
Cada uno es responsable de darle sentido a sus experiencias.
Es aquí donde cobra relevancia la parte holística de los procesos de cambio, puesto que después de este suceso comencé a bajar de peso, así que al aceptar y cambiar mi situación emocional, tuvo un efecto en mi alimentación y la manera en cómo me relacionaba con mi cuerpo y mente.
Para mi la aceptación fue el camino hacia la transformación de mi herida de la niñez, mi padre había sido arrebatado de mi lado, no puedo cambiar eso, el darme cuenta que no era una víctima y que podía tomarlo como una oportunidad de crecimiento fue el punto de partida para sanar y continuar.
Se que suena facil decirlo pero hacerlo es la parte fundamental y difícil, recuerda pequeños pasos nos llevarán a alcanzar grandes metas, particularmente me llevo casi 3 años el poder alcanzar esta aceptación, el encontrarle sentido a nuestras vivencias depende de nuestras capacidades y habilidades sobre todo de nuestra resiliencia, a unos nos toca reconstruirnos totalmente, otros tal vez, ya tengan las herramientas para poder sobrepasar las vicisitudes que nos da la vida.
Si, a veces tienes que quebrarte o aceptar que algo está quebrado en ti, para poder encontrarle el lado positivo a las situaciones, y transformarlas en el combustible que te hará continuar, a esto sele llama hacerse más fuerte o madurar, cuando tus heridas ya no duelen es por que se han convertido en lecciones aprendidas que ponen en práctica.
Si has llegado hasta aquí agradezco tu lectura, espero hayas hecho clic con alguna de mis anécdotas, recuerda toma lo que te ayude, y suelta lo que no te sirve, dejame saber tu opinión.